Cómo sobrevivir a un infarto
¿Sabías que los primeros minutos después de un infarto son vitales y pueden cambiar tu vida? La falta de atención médica y del uso del desfibrilador pueden provocar un daño severo al músculo cardíaco e incluso la muerte, ya que cuando se presenta el infarto, el flujo sanguíneo hacia el corazón se detiene, provocando la muerte celular. El servicio de emergencias de la localidad puede actuar rápidamente para restaurar el ritmo cardíaco y evitar daños mayores, sin embargo no siempre los tenemos a la mano, por lo que debemos conocer algunas formas para intervenir y prolongar la vida de la persona que sufre un infarto mientras recibe atención médica.
El infarto al miocardio es la primera causa de muerte alrededor del mundo, afectando cada vez a más personas, incluso los
infartos en mujeres, que antes eran poco frecuentes, cada vez se incrementan y atacan a mujeres más jóvenes. Los malos hábitos alimenticios, la vida sedentaria, la obesidad y la falta de ejercicio han condicionado a la aparición de enfermedades degenerativas a edades más tempranas, como la diabetes, la hipercolesterolemia, la presión arterial elevada, entre otras situaciones que pueden propiciar el infarto.
El primer paso ante un infarto es llamar al servicio de emergencias, es indispensable buscar la atención médica de inmediato; si somos nosotros quienes atraviesan por un infarto no se recomienda conducir, lo mejor es esperar a la ambulancia ya que el ritmo cardíaco se altera y puede ser peor al realizar un esfuerzo. Si contamos con un desfibrilador automático a la mano podemos colocarlo a la víctima del colapso para confirmar que se trata de un ataque cardíaco, pues estos aparatos cuentan con un dispositivo que realiza un electrocardiograma rápidamente e indican los pasos a seguir.
De no contar con un desfibrilador, se recomienda recostar a la víctima del infarto, aflojar su ropa y masticar una aspirina mientras llega la ambulancia pues esta puede ayudar a retrasar la formación de los coágulos que provocan los infartos.
A pesar de lo común que es el infarto, los síntomas suelen pasar desapercibidos o ser ignorados por el paciente, adjudicándolos a otros padecimientos; en el cine y la televisión es común ver al actor sujetando su pecho, con dolor de brazo y cayendo al suelo por el dolor, sin embargo en la vida real los síntomas del infarto son más silenciosos y progresivos pues suelen comenzar con indigestiones, náuseas, falta de aire, acidez estomacal, incomodidad en el brazo, opresión en el pecho, dolor de espalda, mandíbula, sudor frío súbito, cambios en el ritmo cardíaco, sofocación al hacer esfuerzo, debilidad o cansancio, dolores en el cuerpo, entre otros; sin embargo hay que destacar que los síntomas son diferentes entre cada persona, por lo que es importante acudir al médico a revisiones continuas, especialmente si nos sentimos mal.
Entre más tiempo persistan los síntomas, mayor será el daño que el músculo cardíaco presente, por lo que se reducen las probabilidades de sobrevivir. Atravesar por un infarto es una situación que puede cambiar nuestra vida y la de nuestros seres queridos, por lo que debemos reflexionar sobre nuestro estilo de vida para adquirir hábitos alimenticios y deportivos que nos ayuden a mejorar nuestra salud. Dejar de fumar es un cambio que nos ayudará a prolongar la salud y a prevenir futuros ataques cardíacos.