Cómo combatir el sarro

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El sarro es uno de los principales problemas dentales que se deriva de una mala alimentación y una higiene dental deficiente. Se trata de la acumulación de sales que ayuda a extenderse a la placa bacteriana, ya que se pega encima de ella fijándola al diente y ayudando a que se cresca sonre una base dura y segura. Se convierte en una capa dura difícil de eliminar con un cepillado normal. Se origina sobre los restos de suciedad cuando durante un par de días no ha habido limpieza bucal rutinaria o ésta ha sido defectuosa. No sólo queda feo, destruye el esmalte, daña el diente e inflama las encías que se ven infectadas por el sarro y provoca caries.

A veces el sarro, también conocido como cálculo dental o tártaro, es difícil de evitar o combatir, ya que cómo hemos dicho conforma una especie de cáscara dura que se conforma pegadita a la encía desde el nacimiento del diente visible hacia afuera. Tiene un color amarillo o marrón y normalmente se ve facilmente aparecer sobre el diente. Hay que puntualizar que en algunos casos no se debe a una mala limpieza sino a cierta predisposición genética  que favorece que se cree si nos descuidamos en el cuidado de nuestra salud dental. Hoy os vamos a dar unos cuantos consejos para acabar con el sarro que valen para todos en general.

  • Lávate los dientes después de cada comida. Esta recomendación de higiene dental  es obvia, pero añadiremos: no lo hagamos inmediatamente después de comer, ya que hay que esperar unos 15-20 minutos para recuperar el equilibrio del ph de la boca y no extender la suciedad con el cepillo.
  • Prueba a cepillarte los dientes con bicarbonato sódico. Es un blanqueante genial y es un limpiador poderoso. Eso sí, no lo hagas muy a menudo y evita tragarlo mientras lo usas, ya que no sabe nada bien. Otra opción es recurrir a hojas frescas de salvia, de Neem  (tanto natural como en extracto) y frotarse con ellas los dientes en ayunas.
  • Acostúmbrate a usar el hilo dental llegando bien hasta el inicio de la encía, ya que es ahí donde empieza el fuerte del sarro
  • Reduce el consumo de chuches y azucares, cuando estés fuera de casa y no tengas manera de lavarte los dientes después.
  • Lo mismo hay que aplicarse a panes y cereales, ya que el almidón de estos productos en contacto con la amilasa de la saliva produce un ácido muy potente que destruye poco a poco el esmalte dental, lo que también puede, además, producir caries.
  • Atento a tu consumo de calcio: si unos alimentos pueden estropear tu sonrisa otros te ayudarán a protegerla.Quesos, lácteos, frutos secos, frutas y verduras que lleven calcio y vitamina D son fundamentales para la belleza y salud de tus dientes.
  • En este punto de las frutas y verduras te aconsejamos aprovechar  especialmente las que contengan vitamina C: Esta sustancia vitaminada impide el crecimiento de las bacterias. De ahí que sea beneficioso frotarse con la cáscara del limón o naranja, con una rodajita de tomate, fresa o kiwi y dejar reposar cinco minutos sin comer y beber nada. El limón también es beneficioso si lo bebes calentito: ayuda contra el sarro y contra el resfriado y congestión en general.
  • Las manzanas o el melón son buenos finales de comida porque proporcionan agua natural y porque ayudan a limpiar los dientes de manera natural, impidiendo la formación de sarro.
  • Una vez que el sarro se ha formado nosotros por nuestro medios no podemos eliminarlo, sólo evitar que aumente. Por eso acudir al dentista es fundamental para realizar revisiones y limpiezas. A veces el sarro no es visible porque sale en la parte superior de la mandíbula o por detrás de los dientes. Dos signos que pueden indicar que hay sarro escondido son si tus encías sangran con facilidad y se hallan inflamadas o si notas al pasar la lengua una textura áspera y rugosa en los dientes.

 

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