La eyaculación femenina no es un mito y debería estar tan presente en la vida sexual plena como lo hace la masculina en sus casos. Por eso hoy vamos a daros unas breves ncoiones de cómo es y cómo no es, porque su existencia está rodeada de mitos y malentendidos y, cómo muchas otras cosas del mundo femenino, está infravalorada.
La eyaculación femenina es la secrección del fluido de las glándulas Skene, que sería el equivalente en la mujer a la próstata, e incluso este liquido es en composición bastante similar al semén. No es, que quede bien claro, ni exceso del flujo normal ni orina. Su aparición está asociada al punto G de las mujeres, y aunque no tiene porque surgir en cada orgasmo, es, por descontado, mucho mejor y aumenta su intensidad. Por otro lado, se puede eyacular también sin que se dé el orgasmo en función del grado de excitación y de estimulación, momento que es muy personal y diferente según la persona.
¿Por qué normalmente se confunde con la orina? Esto se debe a que este liquido se expulsa por la uretra y, en ocasiones, al salir puede venir mezclada con algo de ella. Esto que puede resultar gracioso o desagradable es un hecho sin más sobre el que existen varios prejuicios muy perjudiciales en la materia. Esta limitación psicológica frena este acto sano, que a su vez no es fácil alcanzar para todas las mujeres, ya que cada uno en cuestión de gustos y sensaciones somos un mundo. ESto ha de tenerse claro también: toda mujer puede experimentar la eyaculación, simplemente cada una ha de encontrar su manera de sentir y gozar adecuada. Para ello es susceptible el uso de diferentes técnicas y juguetes si es necesario y, repetimos, ni está mal ni es imposible.
La primera regla a tener en cuenta es que hay que deshinibirse y olvidar tópicos y tabúes en materia sexual. Para empezar las primeras que impiden la eyaculación femenina son las mismas mujeres, que no la conciben como tal y que la confunden con una sensación de querer hacer pis cuando van a tener un orgasmo. En ese momento la reacción normal es la de parar y contraer los músculos, en lugar de relajarse y empujar hacia fuera, que es lo que hay que hacer. Así que lo primero chicas es relajarse y cambiar el chip y no os preocupéis si en ese momento tan importante de la relación con vuestra pareja la expulsión de líquido es mayor, al tiempo que vuestro placer. (En otro post seguiremos hablando de esta forma de alcanzar una vida sexual más plena)
Imagen| Stuart Miles