¿Pensaste que el tema higiene sólo se trataba de aprender a lavarte las manos, así como el cuerpo, el cabello, la ropa, lavar tu casa, bañar a tus perros, lavar el auto una vez por semana, limpiar el césped…? Pues hablar de higiene es muy amplio y abarca un sinfín de temas que, eso sí, todos tienen que ver con promover y cuidar todos los detalles posibles que tengan relación con la prevención de la salud.
Hoy te voy a hablar sobre mejorar la salud de tu espalda (columna vertebral, espina dorsal o raquis) a través de consejos para una vida saludable, consiguiendo corregir malas o equívocas posturas, que al realizarse de manera constante y reiterada, finalmente logran producirte importantes lesiones degenerativas, además de los previos dolores que sufres y resultan un síntoma clave y claro de que algo no está bien. El error que hoy en día cometemos rápidamente, es tapar ese síntoma con un montón de analgésicos que alivian pero no curan la problemática.
Encontrar y aplicar las posturas adecuadas (higiene postural) en cada movimiento y reposo realizado durante todo el día, es fundamental; además de corregir posturas que fácilmente se adoptan al trabajar en una oficina, o los más jóvenes frente a la computadora y en el colegio al recibir las diferentes clases.
Ya sea que estés de pie, caminando, agachado, al mover objetos, al dormir y más, debes prestar especial atención a la posición que adoptes y de qué manera influirá en tu columna vertebral. Esto es lo primero que debes aprender, darte cuenta permanentemente de tus posiciones, lo que te dará al final del día y más de la semana, un detalle de las malas posturas que después trabajarás para corregir.
Más adelante te estaré mostrando ejemplos de buenas posturas. Por ahora puedes practicar el “darte cuenta” de tus posiciones adoptadas, ya sea que estés en movimiento o en reposo; y te recomiendo que las anotes para su posterior evaluación.