El preservativo está dentro de los métodos anticonceptivos llamados “de barrera” que impiden que el líquido seminal entre en contacto con el óvulo. Pero, hoy en día, los métodos anticonceptivos más usados por mujeres son los hormonales (como los que ofrece la clínica online Meds4all).
Se trata de hormonas femeninas que por distintas formas de administración alteran el ciclo menstrual, impidiendo la liberación del óvulo y con ello la fecundación, con una efectividad de casi el 99% si el uso es el correcto. La ventaja que tiene es que la pareja puede sentirse bastante tranquila, pues un embarazo es muy improbable usando cualquiera de estos métodos. Si bien tiene la desventaja de que en la mayoría de los casos no se usa preservativo, por lo que no hay protección alguna para el contagio de ITS.
Estos son los principales métodos anticonceptivos hormonales que se usan:
- Píldoras: Se toman durante veintiún días consecutivos y después se descansa siete, si bien en algunos tipos de píldoras se administra todos los días. Existen diferentes combinaciones de hormonas y dosis, incluyendo a la llamada “minipíldora”, y cada vez los efectos secundarios son menores. Entre sus principales ventajas se encuentra que es muy efectivo, ya que la píldora previene la ovulación e impide que dé lugar la fertilización dificultando la entrada de los espermatozoides en el útero.
- Parches: Se colocan en varias partes del cuerpo (normalmente hombros, glúteos, brazos o abdomen), cambiándose una vez a la semana. La administración es durante tres semanas seguidas modificando el parche el mismo día, y después una de descanso. Entre las principales ventajas se encuentra que es cómodo, efectivo y fácil de recordar.
- Anillo vaginal: Se trata de un método que se introduce y se deja en la vagina durante tres semanas, quitándolo al inicio de la cuarta para así dejar una de descanso. Entre las principales ventajas nos encontramos con que es muy eficaz, ligero y con apenas efectos secundarios.
- Inyecciones: La aplicación es intramuscular una vez al mes o una vez cada tres meses, según la composición hormonal que se use.
- Implante subdérmico: Se ponen unas pequeñas varillas en la cara interna de uno de los brazos bajo la piel en una intervención muy simple, y dura entre tres y cinco años.