La limpieza de cutis debería de realizarse a diario, junto con el resto de hábitos de higiene personal, para conseguir una piel limpia y sana. Lo ideal sería realizar una limpieza al levantarnos, para mantener durante todo el día una sensación de limpieza agradable, y antes de irnos a acostar, puesto que mientras dormimos la piel elimina toxinas y el cutis limpio favorece este proceso natural.
Las limpiezas de cutis en profundidad deben realizarse en un centro de belleza, siempre bajo la supervisión de un profesional, para que se limpien las impurezas, sobre todo si se tienen granos o acné. Aunque también se pueden seguir unos sencillos pasos para hacer una limpieza en casa. El proceso no nos llevará más de 5 minutos y se divide en tres sencillos pasos:
1. La limpieza: utiliza un gel, loción o leche especial para la limpieza del cutis, estos productos se pueden encontrar en cualquier droguería y no son caros. Aplica el ungüento sobre el rostro, poniendo especial atención en las zonas más grasas, y masajea suavemente la zona. No hagas fuerza contra la cara, ya que podrías lastimar la piel. A continuación, si el producto necesita aclarado, enjuaga abundantemente con agua.
2. La tonificación: si el producto utilizado en el primer paso no necesita ser enjuagado o retirado, tendremos que aplicar un tonificante con un bajo porcentaje de alcohol en su composición. Si por el contrario, el producto de limpieza necesitaba aclarado puedes saltarte este paso.
3. La hidratación: aplicar una crema humectante, que tenga base acuosa y no contenga alcohol, para hidratar en profundidad la piel.