Las adicciones conocidas como “sin sustancia” se refieren al abuso de cualquier tipo de acción en la que no se consumen estupefacientes. Entre estas adicciones las más comunes son el abuso de Internet, el trabajo, los videojuegos, las compras, los teléfonos móviles, la televisión, el sexo, etc. Cualquier actividad que nos aparte de una vida normal, consumiendo más tiempo del que tenemos para realizar dicha actividad, se considera como una adicción “sin sustancia”.
El desarrollo de esta enfermedad ha aumentado en los últimos años, sobre todo las adicciones que están ligadas con el uso de las nuevas tecnologías, por ejemplo, el uso excesivo de Internet afecta al 15% de la población, el trabajo y la utilización del teléfono móvil al 10%, el ir de compras al 5%, y el jugar a las videoconsolas sólo al 3%.
Según los expertos, nadie se identifica con estas adicciones y son los familiares o amigos los que acuden al médico en busca de ayuda, puesto que sienten que la persona afectada está dando de lado su vida cotidiana, y es completamente dependiente de su adicción.
¿Cómo detectar a un adicto?
Al tratarse de una adicción, aunque la persona no se drogue, tiene algunos síntomas relacionados, como la baja autoestima, ser tímido e introvertido, tener dificultades para controlar sus impulsos de ira o alegría, ser maniático y neurótico, estar hipersensible ante cualquier comentario, sufrir otros trastornos mentales como la depresión, etc.
El tratamiento también es similar al del resto de drogodependientes, aunque éste siempre tiene que estar supervisado por personal médico cualificado.