Consejos para evitar los hongos en verano
El verano tiene muchas cosas buenas, pero el calor, la humedad y las altas temperaturas hacen que debamos de cuidar nuestro cuerpo de manera diferente, para que no se vea afectado por estas circuntancias extremas y opuestas a las del invierno.
Si bien la deshidratación, la insolación y las quemaduras son típicas de la época estival, el aumento de infecciones por hongos también, ya que estos crecen mejor con calor y exceso de humedad condiciones que se ven favorecidas cuando pasamos en día ante sol en la piscina y en la playa.
Es en este momento del año en el que se dan más casos de hongos vaginales (Candidas) y micosis en uñas y piel. Por eso y para que no cojáis uno de estos (o reaparezcan en el caso de haberlos padecido ya) os vamos a dar una serie de consejos básicos y muy sencillos.
1. Nunca hay que quedarse con ropa húmeda. Si vamos a estar al sol, siempre con protección solar, muchas veces esperaremos a que nuestro traje de baño se seque solo, pero en ocasiones (sobre todo en el caso de los niños) los baños en una piscina son tan seguidos que ni siquiera da tiempo a que esto pasé y permanecemos húmedos demasiado tiempo o bien el tejido que llevamos es muy grueso o no deja el aire pasar y tarda mucho en secarse. Por eso en actividades o lugares donde vamos a remojarnos o sudar mucho, no está de más llevar una prenda extra para ponerse mientras la mojada se seca.
2. Extremar la higiene después de ir a la piscina, playa o hacer ejercicio. Centrarse en los pies y en las zonas calientes del cuerpo (axilas, entrepierna) y secar bien, especialmente entre los dedos de pies y manos. Las hongos se alimentan de bacterias y residuos que les ayudan a crecer con lo que la limpieza ante el exceso de sudoración es importante.
También ayuda usar desodorantes anti transpirantes y polvos de talco en las citadas áreas calientes. En el caso de los pies, hidratarlos para que la piel esté fuerte y sana también es aconsejable.
3. Usar ropa y calzado transpirable. También ayuda usar chanclas y sandalias, pero tengamos atención a las suelas, que sean confortables, cómodas y no demasiado finas, para evitar la abrasión por el roce y el propio calor del suelo, si llevamos zapatos o zapatillas, es aconsejable cambiarse de calcetines a lo largo del día
4. Emplear chanclas para ir hasta la piscina y evitar andar descalzo por la pileta, así como en las duchas de los vestuarios de estos sitios: polideportivos, gimnasios, spas, etc.
5. Beber y comer bien. Cuanto mejor sea nuestra alimentación más protegidos estaremos frente a las agresiones externas, ya que nuestro sistema inmunológico estará en forma para defendernos. Frutas y verduras y agua son básicos básicos para frenar cualquier enfermedad, mientras que el azúcar y otros edulcorantes son alimentos ricos para engordar los hongos.
Imagen| David Castillo Dominici