Higiene
La higiene en los oídos
Mantener un buen nivel de higiene corporal es vitar para gozar de salud. En cuanto el cuerpo, la piel en si misma, está sucia, tendremos a millones de gérmenes y bacterias pegadas a nuestro cuerpo, corriendo el riesgo de infectarnos. Es por esto que la higiene corporal es muy importante.
Hoy hablaremos en esta nota de la higiene de los oídos. Es muy frecuente ver que los niños (y vergonzosamente algunos adultos) se llevan sus lapices a los oídos para poder sacar lo que se conoce como “cerumen” del oído. Esto es una practica que no es recomendada por ningún profesional de la salud. La limpieza y la higiene del oído requiere tanta o igual importancia como el resto del cuerpo.
La forma correcta de limpiar el oído interno, donde se produce la acumulación de cerumen es mediante un bastoncillo de algodón, “cotonete” o “hisopo” como lo quieran llamar. No obstante hay que recalcar que no se debe empujar hacia dentro del oído, puesto que se corre el riesgo de provocar una infección que antes no existía.
También será necesario limpiar el podido por el lado del afuera, lo que se conoce como el pabellón exterior del oído. Para ello hay que tomar la punta de una toalla suave y pasarla delicadamente por cada pliegue de la oreja u oído externo.
El agua marina es una de las cosas que mejor funciona para disolver el cerumen de los oídos porque actúa de manera tal que lo deshace. Nunca intentes escarbarte el oído con las uñas o elementos que no fueron creado para ello, como los bastoncillos de algodón . Recuerda que en salud, lo mejor es prevenir a curar, por lo que conviene tener en cuenta todo esto a la hora de hablar de higiene auditiva.
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