Deporte
¿Diagnóstico?
En alguna que otra ocasión, dado el conocimiento que cada uno tiene respecto a su propio cuerpo, podemos investirnos en un momento dado en nuestro propio médico particular; eso sí, sólo en aquellos casos en los que la cuestión no entrañe ningún tipo de gravedad.
Así pues, señores pacientes y posibles doctores, ahí va una propuesta para probar con los diagnósticos. Percibo algunos dolores en las pantorrillas y los gemelos, tirantez en la parte trasera de las piernas, me cuesta sentarme en el sofá y subir escaleras… Además, tengo la zona del abdomen algo resentida y prácticamente no me puedo agachar. Igualmente, cuando voy caminando, da la impresión de que voy pisando huevos… y es que me molesta a rabiar…
Probablemente aún no existan suficientes indicios para identificar la dolencia con cierta seguridad, de modo que tal vez convenga añadir algunos datos adicionales. Podría decir que mis hábitos son saludables, es decir; alimentación sana, actividad intelectual y deporte. ¿Pero dónde está entonces la clave?
Digamos que tanto ayer como hoy dediqué más de una hora al deporte… posiblemente dos; tal vez ahí radique el dilema. Ahora bien, si se proporciona el nombre científico aplicable al conjunto de síntomas, puede que tampoco se aclare en exceso la idea: mialgia diferida o dolor muscular de origen retardado (DOMS son las siglas en inglés).
Hasta hace relativamente poco tiempo, se consideraba que la causa de estos dolores musculares tenía que ver con la liberación de ácido láctico en forma de cristales, cuya acción se asociaba con cierta incidencia aguda sobre los tejidos musculares. Sin embargo, en la actualidad se sabe que el motivo está más relacionado con algunas microlesiones que afectan a las fibras de los músculos y que provocan que éstos liberen material de desecho (metabolitos).
A este respecto, existen determinados grupos musculares que no suelen ponerse en movimiento; por lo que un ejercicio prolongado sobre los mismos termina provocando las min√∫sculas lesiones de las que se hablaba en el p√°rrafo anterior. Por tanto, ejercitar esos m√∫sculos tras mucho tiempo de inactividad o ponerlos en marcha de forma continuada y aplicando cierta resistencia sobre los mismos puede llevar a sufrir molestias de intensidad variable.
Sin embargo, lo curioso es que no sirve de nada aplicar remedios tradicionales, como el agua con azúcar o los suplementos alimenticios; pues lo único que parece funcionar es realizar los mismos ejercicios de nuevo y con menor intensidad con el fin de activar el riego sanguíneo de la zona y arrastrar los desechos.
Por cierto, ¿qué es lo que tengo? Por si acaso no ha quedado claro el diagnóstico, diré que lo que me aqueja son agujetas en cantidades industriales…
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